y la sociedad de consumo desorbitada, que nos trata como utensilios para sus fines comerciales. Y se preguntarán ¿qué tiene que ver las relaciones con el consumo? En una sociedad, todo tiene que ver con todo, pues nuestra personalidad y nuestras prácticas sociales se van configurando en torno a todo lo que nos rodea. Y sucede que estamos inmersos en una sociedad capitalista, que se carga a los filósofos y que nos mantiene alerta a notificaciones y demás distracciones. Estaremos de acuerdo en que el espacio que nos deja para la reflexión y el libre pensamiento, no condicionado por los parámetros que ésta nos indica, es francamente escaso, y es por ello que, desde NO SOY DE BARRO, procuramos crear un espacio para la reflexión y la toma de conciencia para hacer de nuestras vidas el motor de cambio necesario para el logro del establecimiento de relaciones sanas y realmente igualitarias.